BELÉN DE ESCOBAR, Familia Rusas. Durante este año en nuestro peregrinar al Santuario de Belén de Escobar, observamos al pasar, a los operarios trabajando en la construcción de esa anhelada Iglesia.
Es muy esperanzador y reconfortante ver dentro del pacificante paisaje del Campus, cómo ese grupo de personas realizan con entusiasmo y dedicación, los trabajos de esta obra.
A veces se los ve ensamblando los encofrados o atando las armaduras, en otras ocasiones uno puede ver cómo vuelcan el hormigón para llenar las columnas o las vigas. En algunas peregrinaciones, nos toca verlos en un recreo, jugando a la pelota o compartiendo unos tererés típicos de su tierra natal. Se puede mirar a lo lejos como van colocando los ladrillos que puestos en hiladas, una sobre otras, van dando forma a las paredes que crecen mes a mes y que ya, en este octubre que transcurre, van alcanzando su altura final.
Cuantas veces pudimos ver a esos trabajadores juntos dentro del Santuario en las Misas de la tarde y cantándole a la Mater, o a alguno de ellos en Adoración al Santísimo.
Sin duda, una obra muy singular.
Nosotros, muy agradecidos al Dios Padre de poder vivirla.